También contó que más tarde se enteró, por la defensora, que el chico estaba haciendo tiempo para atenderse en el Hospital Fernández. “La mamá hizo la denuncia esa misma madrugada, y de la defensoría oficial vinieron a pedirme el video. Ahí se ve cómo lo agarraron del brazo; es un pibe chico: vio a la policía y se asustó". Según trascendió, el adolescente no tenía el celular robado. Además, fue llevado a una rueda de reconocimientos en el que el hijo de Kravetz no lo identificó como uno de sus ladrones, que fueron dos.
El encargado dice que sintió “mucha bronca”. “En este país, lamentablemente, y más con este gobierno, hay impunidad total. Me preguntaron después en un medio por qué le entregué el video… ¡Y si se la agarraron con un chico! Si vos me decís que es un delincuente, bueno, por ahí no tengo compasión, pero no agarraron a un ratero como ellos dicen, agarraron a un chico que no había robado. Y aunque hubiera robado, era un menor de edad, no podés pegarle una trompada. No podés actuar por impulso si vos sos un funcionario público, un ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires. Eso no es justicia, al menos para mí no”.
Tras la denuncia intervino la fiscalía penal, contravencional de faltas N° 39, a cargo de Hernán Biglino, especializada en delitos de funcionarios públicos. Sin embargo, en la causa identificada como Legajo MPF 1078298 y caratulada bajo “D.K. Art. 248”, en referencia al abuso de autoridad, omitió poner el nombre completo del entonces funcionario porteño para protegerlo de la difusión pública. Y el expediente no avanzó, la causa está paralizada.
La versión que habría dado Kravetz en su declaración testimonial fue que su hijo llegó alterado porque dos hombres habían intentado robarle el celular y que salió a buscarlos. En la esquina del hecho vio a dos personas que coincidían con las características que había descripto su hijo. Dijo que "al intentar detenerlos" salieron corriendo, y en plena persecución vio un móvil policial en Salguero y Cabello, con uno de los sospechosos demorados. Allí se entrevistó con el subcomisario Juan Salomón, quien encabezaba el operativo. De los cachetazos, Kravetz no dijo una palabra.
"Vamos a reclamar que el expediente se active", explicó la Defensora de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes. "Quien está a cargo de su asesoría tutelar no se puede dejar amilanar por quién es el denunciado, y el fiscal debe investigar hasta las últimas consecuencias, teniendo en cuenta una evidencia que es pública", señaló Graham.
"Esto pasó en octubre y nos enteramos recién ahora, es raro. Por suerte, algún valiente lo publicó. Nuestra defensoría tiene una amplia legitimidad para intervenir, y lo vamos a hacer. Nuestra función es intervenir para reclamar que la causa avance y se defiendan los intereses del adolescente. Queremos que la justicia actúe y condene de acuerdo a las pruebas que haya reunido" .
El episodio se conoció luego de que el vocero Manuel Adorni, el martes por la noche, anunciara en su cuenta personal en X que “Diego Kravetz será el subsecretario de Inteligencia del Estado, el número 2 de Sergio Neiffert”, un nuevo capítulo de la guerra solapada entre Mauricio Macri y el entorno de Javier Milei, sobre el que informó Página/12.
La designación no apareció en los días siguientes en el Boletín Oficial, posiblemente porque el cargo que pretenden asignarle (“coordinar las operaciones de las cuatro agencias de inteligencia” en las que la gestión libertaria dividió a la SIDE) dejó de existir en el organigrama de la central cuando el Ejecutivo la reformó por decreto. Los diputados de Unión por la Patria en la Comisión Bicameral de Fiscalización de los Organismos y Actividades de Inteligencia, adelantaron que si se confirma la pretensión de designar a Kravetz en la SIDE, los de UP en esa Comisión van a pedir que la Justicia les remita el expediente en el que se lo investiga por abuso de autoridad e incumplimiento de deberes de funcionario público.
Kravetz ya había sido denunciado por hechos similares en 2017, cuando era secretario de Seguridad de Lanús y policías del distrito entró al comedor comunitario Cartoneritos del MTE en Villa Caraza, donde rompieron parte del inmueble, destrozaron elementos del trabajo diario, golpearon a las cocineras y a una embarazada, quien debió ser internada con pérdidas. Además, detuvieron a dos adolescentes que subieron a patrulleros, donde los golpearon y gasearon. Kravetz, que estuvo presente durante la represión, defendió este accionar de su fuerza.
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