Una protesta de unas 200 personas llegó el martes hasta el centro de detención federal en el centro de Los Ángeles, pero los manifestantes fueron reprimidos con gases lacrimógenos. En tanto alrededor de 100 manifestantes marcharon hasta la entrada de un tribunal de inmigración en San Francisco, después de que activistas dijeran a medios locales que vieron al menos a dos personas esposadas y colocadas en camionetas sin patente afuera del edificio por agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas.
En el barrio de Little Tokyo, en el centro de Los Ángeles, la noche del lunes decenas de manifestantes se enfrentaron a agentes antidisturbios fuertemente equipados que reprimieron la protesta con gases. Las autoridades de California enfatizan que la mayoría de los manifestantes son pacíficos y el Estado es capaz de mantener el orden sin la intervención federal.
Al menos 113 personas fueron ya arrestadas durante las protestas en Los Ángeles. Cientos de personas también salieron a las calles en tres de las principales ciudades de Texas para apoyar las protestas en contra de las redadas. En Austin y Dallas, las manifestaciones se alargaron hasta el anochecer del lunes y derivaron en enfrentamientos con la policía local, después de que las autoridades declararan las protestas como "asamblea ilícita".
El gobernador demócrata de California, Gavin Newsom, solicitó el martes a la justicia que bloquee con urgencia el despliegue de las tropas militares en Los Ángeles. "Enviar combatientes de guerra a las calles no tiene precedentes y amenaza los fundamentos de nuestra democracia", dijo Newsom, quien agregó en la red social X que Trump "se comporta como un tirano, y no como un presidente. Le pedimos a la corte que bloquee de inmediato estas acciones ilegales".
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, enfatizó que la mayoría de los manifestantes son pacíficos y que las fuerzas del orden locales tienen la situación bajo control, sin la intervención federal. "El alzamiento ocurrió en pocas cuadras del centro", dijo Bass, quien añadió: "No es todo el centro, y no es toda la ciudad. Desafortunadamente, las imágenes lo hacen parecer que es toda la ciudad en llamas, y no es el caso".
Bass también cuestionó el envío de soldados, que el Pentágono dijo que podría costar 134 millones de dólares a los contribuyentes. "¿Qué van a hacer los marines cuando lleguen aquí? Es una buena pregunta. No tengo idea", advirtió la alcaldesa. El comandante del Cuerpo de Marines declaró que los efectivos desplegados en Los Ángeles aún no fueron llamados a responder a las protestas y están allí solo para proteger a funcionarios y propiedades federales.
Las autoridades locales insisten en que la situación está bajo control, pero Trump decidió el envío de 4 mil efectivos de la Guardia Nacional y de 700 marines, lo que alimentó las protestas y avivó la batalla política entre el gobierno demócrata del estado de la costa oeste del país y la istración federal del republicano. "No hay invasión ni rebelión en Los Ángeles. Hay disturbios civiles que no difieren de los episodios que se producen regularmente en todo el país y que son contenidos por las autoridades estatales y locales", afirmaron Newsom y la Fiscalía de California en un comunicado.
Trump, por su parte, tildó a los manifestantes de Los Ángeles de "agitadores profesionales e insurrectos". "Lo que están presenciando en California es un ataque total a la paz, al orden público y a la soberanía nacional, perpetrado por alborotadores que portan banderas extranjeras con el objetivo de prolongar una invasión extranjera de nuestro país. No vamos a permitir que eso suceda", dijo el mandatario durante un mitin en Fort Bragg, la mayor base militar en suelo estadounidense.
Más temprano Trump afirmó que, de ser necesario, invocaría la Ley de Insurrección para disolver militarmente las protestas desatadas en Los Ángeles. "Si hay una insurrección, sin duda la invocaría. Ya veremos. Pero les puedo decir que anoche fue terrible. La noche anterior también fue terrible", declaró Trump ante la prensa en el Despacho Oval, agregando que el lunes por la noche "hubo ciertas zonas" de la ciudad que, a su juicio, "podrían haber sido insurrecciones".
Trump llegó al extremo de pedir el arresto del gobernador Newsom, mientras que el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, declaró que el gobernador de California "debería ser alquitranado y emplumado", en alusión a una antigua técnica de castigo público. Más temprano, manifestantes que marchaban con pancartas hechas a mano gritaban "¡Fuera ICE de Los Ángeles!" y "¡Fuera la Guardia Nacional!", en referencia a los agentes de inmigración y a los reservistas.
La Guardia Nacional, una fuerza armada de reserva, suele estar controlada por los gobernadores estatales y se usa habitualmente en respuesta a desastres naturales. Sus reservistas no han sido desplegados por un presidente contra la voluntad de un gobernador estatal desde 1965, en el auge del movimiento por los derechos civiles. El despliegue de tropas regulares como la Infantería de Marina es aún más inusual. La ley estadounidense prohíbe en gran medida el uso del ejército como fuerza policial, salvo que se produzca una insurrección.
Una pequeña comerciante de la ciudad, cuyo negocio fue pintado con grafitis durante las protestas, apoyó las políticas de mano dura de Trump. "Creo que es necesario detener el vandalismo", declaró a la agencia AFP, negándose a revelar su nombre. Otros se mostraron horrorizados. "Se supone que deben protegernos, pero en realidad, son como enviados a atacarnos. Esto ya no es una democracia", dijo Kelly Diemer, de 47 años.
La secretaria de Seguridad Interior de Estados Unidos, Kristi Noem, acusó a la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, de incentivar las manifestaciones. "Sheinbaum alentó más protestas en Los Ángeles y lo condeno. No debería alentar las protestas violentas que están ocurriendo. La gente tiene derecho a protestar de forma pacífica pero la violencia que hemos visto es inaceptable", declaró Noem en una comparecencia de prensa en el Despacho Oval junto a Trump.
La encargada de la política migratoria de Estados Unidos respondió así cuando la prensa pidió una reacción a la condena que hizo Sheinbaum a la violencia ocurrida en la ciudad californiana. La mandataria mexicana declaró el domingo que "no es con redadas o con violencia" que se puede resolver el tema migratorio y al otro día pidió una "reforma migratoria integral" que reconozca el papel de los mexicanos que viven en EE.UU..
Este mismo martes Sheinbaum rechazó las declaraciones de Noem. "La secretaria de Seguridad Interior de los Estados Unidos equivocadamente mencionó que alenté protestas violentas en Los Ángeles. Le informó que es absolutamente falso", apuntó la mandataria en su cuenta de X. Sheinbaum acompañó la publicación con un breve video con sus declaraciones en la conferencia de prensa del lunes, en donde aseguraba no estar de acuerdo con las manifestaciones violentas.
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