Musk no reveló los documentos de los que hablaba y no brindó evidencia de su acusación. Inicialmente, redobló la apuesta con un segundo mensaje: "Conserven este posteo para el futuro. La verdad saldrá a la luz". Pero en algún momento del sábado por la mañana, el dueño de Tesla borró sus posteos.
En paralelo al reciente arrepentimiento de Musk, el presidente estadounidense dio a entender que estaría dispuesto a reconciliarse con su otrora mano derecha y mayor donante en la última campaña electoral. Preguntado sobre la posibilidad de una conversación con Musk en el podcast de la columnista Miranda Devine, Trump respondió: “Supongo que podría, pero tenemos que enderezar el país, y mi única función ahora es que Estados Unidos vuelva a un nivel superior al que ha tenido nunca”. Y agregó: "No sé cuál es el problema de Elon Musk, la verdad. No lo sé. No he pensado mucho en él últimamente".
El desencadenante de la pelea de magnates fue la decepción expresada por Trump sobre las críticas recibidas por parte de Musk a su plan fiscal y presupuestario, que ha sido aprobado por la Cámara Baja. "Elon y yo teníamos una gran relación. No sé si seguirá así. Me sorprendió. (...) Estoy muy decepcionado porque Elon sabía los pormenores del proyecto de ley mejor que nadie", dijo Trump ante la prensa.
Musk había calificado esta semana de "abominación repugnante" dicho plan, que según la Oficina Presupuestaria del Congreso estadounidense, una entidad no partidista, sumará a la deuda en la próxima década 2,4 billones de dólares.
Musk recurrió a X para dar su versión de los hechos. Ahí desmintió que estuviera al tanto del contenido de esa propuesta en su tiempo al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), puesto que dejó hace dos semanas, y criticó de hecho que ese plan fuera aprobado en plena noche por la Cámara Baja, "tan rápido que casi nadie en el Congreso pudo siquiera leerlo".
La escalada de su cruzada verbal pasó después a sus respectivas redes, X y Truth Social, donde a lo largo del día uno y otro se fueron contestando y elevando el tono. "La manera más fácil de ahorrar miles de millones de dólares en nuestro presupuesto es cancelar los subsidios y contratos gubernamentales de Elon. ¡Siempre me sorprendió que (Joe) Biden no lo hiciera!", señaló Trump en referencia a su antecesor demócrata (2021-2025).
SpaceX es la empresa controlada por Musk con los contratos más jugosos con el Gobierno: en abril obtuvo uno por valor de 5.900 millones de dólares con la Fuerza Espacial para el lanzamiento de satélites y misiones durante los próximos cinco años y en 2021 la NASA le adjudicó otro de 2.890 millones para desarrollar la nave lunar Starship HLS y realizar dos vuelos.
Musk se adelantó a la amenaza del líder republicano y anunció su decisión de desmantelar su aeronave Dragon, de la que Estados Unidos depende para transportar personal y objetos hacia la Estación Espacial Internacional (EEI). También acusó de ingrato a Trump y consideró que sin su apoyo este habría perdido las elecciones de 2024, para cuya campaña aportó unos 250 millones.
El magnate aseguró que la intención de eliminar el crédito fiscal para autos eléctricos no es la razón por la que decidió dejar la Casa Blanca. Pero de nuevo de forma pública, Trump ofreció otra versión de los hechos. "Elon se estaba desgastando, le pedí que se fuera, le quité su Mandato de Vehículos Eléctricos que obligaba a todos a comprar autos eléctricos que nadie más quería (¡eso que él sabía desde hacía meses que iba a hacer!) ¡y simplemente se volvió loco!", dijo.
El ultraderechista Steve Bannon, asesor de Trump durante su primer mandato (2017-2021), redobló la apuesta y pidió deportar a Musk --de nacionalidad sudafricana, canadiense y estadounidense-- y confiscar su empresa SpaceX. "Deberían iniciar una investigación formal sobre su estatus migratorio, porque creo firmemente que es un migrante irregular y que debería ser deportado del país de inmediato", indicó en declaraciones recogidas por los medios estadounidenses.
A esto hay que sumarle que un funcionario del gobierno dijo a la prensa local que el mandatario estaba considerando vender o incluso regalar el auto eléctrico Tesla que compró durante el evento que organizó en la Casa Blanca en marzo para apoyar a la empresa de autos eléctricos del sudafricano en medio de ataques a concesionarios, junto a caídas en los ingresos y la bolsa.
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