La definición del mandatario fue una suerte de reconocimiento al “mérito del Poder Judicial” y particularmente del máximo tribunal por respaldar la cuestionada sentencia de la causa Vialidad, que condenó a la expresidenta a 6 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.
Pero la expresión de Milei trajo consigo también un intento de despegarse de cualquier tipo de influencia que pudiera atribuírsele en el tema. “Al ser el primer presidente que no interfiere con la Justicia, los resultados están a la vista: la Justicia hizo justicia”, dijo durante su visita a Israel.
“No tengo ningún mérito en que la Justicia definitivamente haya obrado acorde a la República”, señaló e insistió que en la Argentina “los jueces actúan libremente”.
Las declaraciones del primer mandatario argentino tuvieron lugar en la Universidad Hebrea de Jerusalén, donde le fue otorgado el denominado Premio Nobel Judío. Allí, dio una “clase magistral” ante las autoridades académicas y de las organizaciones que entregan ese reconocimiento.
El momento en el que Milei habló de la condena a CFK fue en un alto que hizo en la lectura de su discurso para la ocasión. Aseguró que su Gobierno no tuvo nada que ver con ese fallo y remarcó que “todo es mérito del Poder Judicial y de la Corte Suprema”.
Una de las últimas actividades oficiales de la que participará el presidente argentino será en un hotel cinco estrellas, donde volverá a verse con el primer ministro Benjamin Netanyahu para firmar el Memorando de la Democracia y la Libertad.
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