El 80% de las trabajadoras de los equipos de salud en el Garrahan son mujeres. Foto: Jose Nico. 


Sus trabajadores y trabajadoras vienen luchando por el hospital desde siempre pero desde que llegó al poder el Gobierno de Javier Milei, el ataque no tiene límites: pero las mentiras que salen desde los propios funcionarios del presidente libertario se topan con la solidaridad y el respaldo de la ciudadanía de todo el país. “Durante el último año y medio perdimos cerca del 100% de nuestra capacidad salarial respecto de lo que es el costo de la canasta familiar”, dice a Las12 Norma Lezano, licenciada en nutrición y secretaria general de la Asociación de Profesionales y Técnicos del Hospital.

Esa situación salarial produjo que 200 profesionales de los equipos de salud tuvieran que renunciar al hospital que amaban y al que tantos años se habían dedicado. “Los equipos interdisciplinarios altamente especializados para brindar atención de alta complejidad no están pudiendo responder en el momento oportuno a niños que necesitan la atención continua, tratamientos específicos y eso se está repitiendo en distintos sectores”, explica Lezano la gravedad de la situación.

“Hay que tener en cuenta que en el hospital se atiende el 40% de los niños que tienen cáncer en el país y otro consultorio muy importante es el de condiciones crónicas complejas, que es donde se atienden justamente niños que tienen condiciones crónicas, pero que requieren tratamientos específicos, muchas veces semanales en el hospital y que al no estar los profesionales, porque renunció un médico vespertino, un bioquímico y un farmacéutico de esos equipos, los tiempos de espera se demoran y hace que no se puedan garantizar los resultados que veníamos alcanzando en el hospital”, dice Norma.

El desfinanciamiento del gobierno va contra los y las trabajadoras pero también contra la atención de las niñeces y adolescencias, ¿no es cierto?

--Claro, no sólo afecta los derechos humanos de las trabajadoras y de los trabajadores de la salud, incluyendo personal de planta permanente, residentes becarios, que están con salarios por debajo de la canasta familiar y muchas veces cercanos a la línea de pobreza, sino el derecho que tienen los niños, niñas y adolescentes de nuestro país a recibir atención cuando tienen un problema de salud. Incluso, el 35% de las niñeces y adolescencias que se atiende en el hospital tienen obra social, pero las obras sociales no cubren tratamientos de tan alta complejidad o no tienen equipo para poder brindar la atención que se necesita.

¿Por todas estas razones están llevando adelante las medidas de lucha?

--Sí, pero los residentes tuvieron que retomar tareas bajo amenaza de ser despedidos u obligarlos a renunciar. Lo grave es que la dirección y el consejo de istración del hospital tampoco han salido a desmentir ni uno solo de los dichos de Adorni, o de la viceministra de salud, o del propio Lugones (Ministro de Salud de la Nación). Y la doctora Soraya El Kik, integrante del Consejo de istración del hospital, que renunció recientemente, es una médica pediatra que hizo la residencia acá y que hasta hace muy poquito era miembro del equipo de salud, por eso no se puede entender cómo no sale a defender su hospital.

Pero la mentira tiene patas cortas y su lucha está siendo apoyada por toda la sociedad...

--Evidentemente las más de 600 mil familias que pasan por acá todos los años están por todos lados del país y el apoyo social es inmenso. A la vez tenemos mucha fuerza entre nosotras y nosotros para unirnos en la diversidad que somos, para poder dar esta pelea que es muy dura. También nos acompañó la Conferencia Episcopal que salió con una carta muy dura al gobierno repudiando que desatienda a las infancias porque su salud tiene que ser una causa nacional. Aquí vienen chicos y chicas de todas las provincias. Es un hospital que garantiza atención médica que no puede ser garantizada por ningún otro centro de salud. Se realizan ateneos en donde se reúnen 10 especialistas para definir el momento oportuno para cada paciente y cada tratamiento, eso lleva tiempo, conocimientos muy específicos, años de formación y la capacidad de trabajar en equipo: kinesiólogxs, fonoaudiólogox, psicólogxs, trabajadorxs sociales, nutricionistas, todos los servicios técnicos que intervienen en la salud de un niñx.

Y también está la parte humana y emocional de los equipos, ¿no?

--Por supuesto, eso es indispensable cuando tenés un niño pasando un proceso de enfermedad. Tenemos que tener en cuenta que el 80% de las trabajadoras de los equipos de salud en el Garrahan somos mujeres y estamos empeñadas en ganar esta lucha en defensa de la salud pública. 

Este es un contenido original realizado por nuestra redacción. Sabemos que valorás la información rigurosa, con una mirada que va más allá de los datos y del bombardeo cotidiano.

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